EXCLAMA: Podría contarnos, ¿cómo surgió esta obra?
NICOLÁS CONSUEGRA: La obra surge de una experiencia personal que he tenido con estas piezas -hélices cónicas de plástico blanco-. Partí de una simple observación, pues en la avenida Caracas entre las calles 60 y 72 hay una serie de almacenes de electrodomésticos donde se exponen “estos agitadores” o partes de lavadoras. A mí me parecían inquietantes estas figuras porque simplemente las ubican en la calle, sin mayor preámbulo, y con eso la gente sabe que hay un lugar para reparar lavadoras o donde venden repuestos.
EXCLAMA: ¿Cómo los “agitadores” pasaron de una observación a una pieza de arte?
NICOLÁS CONSUEGRA: Yo le di una dimensión escultórica, me recordaban ciertos monumentos o arquitectura típica del socialismo ruso y por ahí comencé a indagar sobre este tipo de piezas.
He visto estos agitadores muchas veces y siempre pienso lo mismo. Me recuerdan a aquellos de proyectos utópicos socialistas que intentaban representar los ideales de la revolución y el optimismo (o fe) por la industria y la tecnología. Del modo en que se exhiben en la calle, me hace pensar que condensan un simbolismo que ni les pertenece. Los veo como pequeños monumentos de fuerzas abstractas. Fuerzas de lo centrífugo y centrípeto. Formas dinámicas que se yerguen como pequeños tótems que declaran un vigor y una dinámica siempre oculta y opacada por la función que cumplen.
Después de darle muchas vueltas, terminaron siendo esta serie de piezas que tienen función de velas pero también unas formas extrañas que hacen pensar en cuál es la relación entre forma y función. Parecieran formas absurdas que no van a hacer que las velas mejoren su comportamiento pero tienen un agregado que, aunque absurdo, a mí me parece muy interesante. Además, me inquieta la historia de la arquitectura y veo que esta serie de elementos fueron muy importantes en una época. Pero todo se va desgastando, la historia avanza, los intereses de las personas se remplazan por otros, al igual que las soluciones espaciales van cambiando durante el tiempo.
Por otro lado, siento que en el arte sucede todo lo opuesto, pareciera que el arte no se degrada o no se vuelve obsoleto. Es una relación que trato de entablar con esta serie de elementos industriales que como cualquier otro se van volviendo obsoletos porque una tecnología va remplazando a otra. Al hacer de estas hélices grandes velones pareciera como si tuvieran un aura religiosa, le dan un valor místico. Pero creo que así es el arte.
Mi intención ha sido la de desarrollar una serie de piezas que remiten a un cierto pasado de la abstracción entendida como un proceso social en el que los objetos pueden llegar a representar y/o simbolizar procesos colectivos dirigidos hacia algún tipo de progreso.
EXCLAMA: ¿Alguna anécdota particular en el proceso de montaje?
NICOLÁS CONSUEGRA: Para mí fue muy interesante este proceso de creación porque di con una serie de personas especialistas en este campo de electrodomésticos, ellos dan todo un universo de información y de detalles. Uno no cree que hay tanto para decir de unos objetos como estos porque por lo general están escondidos. Pero «el reparar” le da un valor especial.
Esta pieza es una especie de zoótropo invertido, solo se puede descubrir su interior dando vueltas rápidamente.
ELEMENTOS PARA UNA UNIDAD COLECTIVA
NICOLÁS CONSUEGRA
Galería La Central
Carrera 12A No. 77A-72
Hasta el 14 de junio de 2013
*Nicolás Consuegra en ArtBasel 2013
El agua que tocas es la última que ha pasado y la primera que viene, 2013. Obra instalación de video de Nicolás Consuegra participará en la feria internacional ArtBasel de este año.