A todos los interesados en la fecha de nacimiento de Robert Smith: Al empezar a escribir este perfil nos rasgamos las vestiduras con tal de eludir la típica información sobre el día en que vio la luz el fundador de la mítica banda The Cure; la intención era la de ahorrarle al lector el odioso ejercicio de comparar lo que ha hecho hasta el momento, sabiendo que no ha hecho mucho, con la vida y obra de alguien que ha llevado un proyecto musical consistente desde antes de ser expulsado de High School; eso conduce solamente a frases del tipo “todavía tengo tiempo” y que nos permiten soñar tranquilos sobre los laureles. Pero el rumor que corrió por Twitter el 14 de Abril declarando su fallecimiento a la edad de 53 años nos dio la oportunidad de empezar a construir el perfil de este “compositor y letrista fantástico” en palabras del biógrafo David Fargier, si no de la manera que declaran nuestras rasgadas vestiduras, sí de una que nos conviene al intentar hacerlo sin parecer un pastiche wikipédico.[/td_text_with_title][td_text_with_title custom_title=»OBRA» header_text_color=»#ffffff» header_color=»#000000″ image_pos=»img_first»]
Lo que más probablemente se escuchará en Bogotá es un repertorio seleccionado de los once álbumes que la banda ha sacado desde The Imaginary Boys (1979), haciendo un recorrido en el tiempo por los mejor recibidos por el público como Boys Don’t Cry (1980), Pornography (1982), Wild Mood Swings (1996), Bloodflowers (2000) y The Cure (2004), el cual marca el momento que Smith había previsto para dejar de hacer lo que hacía para hacer algo de cine, cosa que no ocurrió y sobre la cual declara él mismo que continuó con The Cure porque es algo que hace feliz a este adolescente del pasado que manifestaba entonces que hacía música sencillamente porque haría cualquier cosa con tal de no tener que trabajar.[/td_text_with_title][td_text_with_title custom_title=»REFERENTES» header_text_color=»#ffffff» header_color=»#000000″ image_pos=»img_first»]
Normalmente, el perfil de alguien de esta edad venera al chico de provincia que triunfó en la gran ciudad. Nos resulta más interesante del perfil del hombre que pone a bailar y hasta a poguear en un estadio a un grupo de miles de personas mayores de 40 años el hecho de que las letras de sus canciones tienen referencias literarias que remiten a historias escritas por M Peake, A Camus y F Kafka. El autor de Boys Don’t Cry y Friday I’m in Love revela su decepción por el resultado de la canción que considera la de la letra más profunda de su carrera: Where The Birds Always Sing del disco Bloodflowers (2000). Decepción, frustración, miedos, alegrías. Los temas de sus letras, esos sentimientos que todos experimentamos; como lo describe el biógrafo David Fargier: es un tipo normal.[/td_text_with_title]
¿Cómo iba a estar muerto quien calificó a la recientemente desaparecida Dama de Hierro de “mujer soberbia y tonta” y a quien aludió con el título de una de las canciones del musical El Mago de Oz “The Witch is Dead”? El domingo, el personaje que piensa de esta manera de la historia política de su país sumará 54 años y habrá dado un concierto en Bogotá después de haber escapado a la ‘huesuda’ en Twitter, uno de los medios de comunicación más veloces del momento. Con la licencia de este hecho, lo perfilamos como escapista y lo sostenemos: en todo este tiempo no se ha dejado alcanzar tampoco de frases clichés que se dicen sobre músicos de trayectoria como que “era bueno al principio pero luego se volvió muy comercial”. Pues bien: este tipo normal inseminó la escena roquera de las primeras décadas del siglo XXI. Si dicen que su música no cambia porque su voz siempre suena igual, es decir, que aún hoy en día alcanza tonalidades excepcionalmente altas, pasan por alto que esto es una virtud que nada le quita al espíritu de innovación musical que alienta a Robert Smith. A los que hablen así, los invitamos a escuchar el disco que significativamente lleva por título The Cure, o que se acerque este 19 de abril por los alrededores del Parque Simón Bolívar; seguramente, aun hasta afuera, le llegará una de las notas altas de la voz de este tipo normal y juzgue nuevamente la variedad musical del repertorio; pues este concierto ha prometido tres horas de gran parte de la obra de la banda británica.[/td_text_with_title][td_text_with_title custom_title=»TERRITORIOS FÍSICOS» header_text_color=»#ffffff» header_color=»#000000″ image_pos=»img_first»]
Robert Smith nació en Blackpool, Inglaterra; su carrera le ha llevado desde muy temprano a salir de gira por ciudades alrededor de todo el mundo; sin embargo, las ciudades en las que transcurrió su adolescencia fueron la escena que presenció la semilla de todo lo que conocemos de The Cure en el presente. Crawley, en West Sussex, Inglaterra fue la cuna de las bandas colegiales emprendidas por Smith cuya evolución está representada en el cambio de nombres que resultó en The Cure: The Crawley Goat Band, The Obelisk, The Group, Malice, Easy Cure y The Cure, el proyecto que contó con la ciudad de Londres, por sus facilidades y estilo de vida, para hacer posible la consolidación de este grupo musical en la escena roquera del final del siglo XX.[/td_text_with_title]