El apartamento se encuentra ubicado en una casa histórica en el centro de Moscú y cuenta con los espacios suficientes para satisfacer todas las necesidades del dueño. La tarea principal consistió en crear un espacio abierto y cómodo con acceso a luz natural en un espacio reducido, cuestión que solucionaron diseñando un sistema de muebles removibles que maximizara el espacio.
Un bloque de roble con apariencia de armario alberga la cocina con suficiente espacio de almacenamiento incluyendo un cajón de vegetales con ventilación, una superficie de trabajo desplegable y un lugar para poner los platos. En el compartimiento siguiente del bloque hay un lugar de almacenamiento de implementos de aseo y en el siguiente un clóset con lavadora integrada.
Con miras a mantener la privacidad en el dormitorio, la cocina y el área social debían estar separados de éste. Por esta razón, utilizaron una puerta corrediza que los separa además de un desnivel, aislando la cama y el baño.
Usando su conocimiento de diseño de productos, todos los espacios y aplicativos mobiliarios fueron prototipados y probados antes de implementarlos en la unidad residencial moscovita. Con especial atención a los detalles ejemplificada en la librería de muro a muro entre la cocina y las ventanas, sin ocupar mucho espacio ni obstaculizar la circulación, el apartamento es acogedor además de ingenioso y con una gran vista complementa una experiencia arquitectónica completa, demostrando el uso óptimo del espacio.