Bienvenidos al simple y subversivo mundo del colectivo japonés: Tato Architects
Nacido en Kobe, Japón en 1972.
Graduado de la Universidad de Artes de Kioto en 1994.
Fundador del colectivo Tato Architects en 1997.
“Estamos convencidos que la arquitectura es un medio que logra hacernos amar aún más el ambiente. Hemos estado en la búsqueda de crear arquitectura que haga ver y sentir nuestro ambiente más atractivo”.
Si tratan de saber quién es Yo Shimada, qué le gusta comer, cómo se llama su papá o cuáles son sus mayores inspiraciones, pues se tendrán que quedar con las ganas. Las seis líneas del inicio son todo aquello que obtendrán de este personaje quien es, quizás, uno de los más relevantes arquitectos en la actualidad en Japón construyendo viviendas. Su trabajo, aclamado alrededor del mundo y apreciado por todos aquellos que saben del tema, ha sido el encargado de hablar por él y de él.
Japoneses. Todo tan limpio, tan escueto y simple, tan silencioso, práctico y radicalmente bello. La arquitectura de Yo Shimada es de líneas finas, de techos altos y retorcidos, de ventanas y ventanales que pretenden establecer diálogos románticos entre la casa, el ambiente que la rodea y aquellos que en ellas habitan. Sus casas son insinuaciones en madera, concreto y lata que le dismiyuen la importancia a la pregunta del dónde se vive y potencian, en cambio, la idea de cómo se vive.
Acá dos ejemplos de las casa que construye este arquitecto japonés, dos proyectos que son grandes muestras de esa magia simple de la que es dueño Yo Shimada y su colectivo Tato Architects.
HOUSE IN ROKKO
Esta casa es, básicamente, un mirador; un espacio habitable con baño, cocina y garaje del cual el paisaje y el cielo son también constantes huéspedes. House in Rokko, es quizás el espacio soñado por un anacoreta con dinero, por un escritor, por un artista que se quiera retirar un poco del mundo, pero hacerlo con mucho estilo.
La casa construida sobre una superficie de 295.31 m2 está ubicada en un distrinto montañoso y empinado de Kobe, lo cual permite ver el mundo sin interrupciones, pues viviendo allí se está en uno de los lugares más altos de la ciudad. La vista es una bendición, pero la construcción, fue algo así como un patada en la entrepierna, pues debido a lo empinado del terreno, los espacios para los cimientos tuvieron que ser excavados manualmente.
La Casa en Rokko tiene dos pisos. El primero es realmente un cubo hecho en vidrio en donde se encuentra la cocina y el comedor. Sobre este se levanta una estructura metálica, con la apariencia de un gran container, en donde se encuentran la habitación, el baño y una espacio para almacenar todo tipo de cosas.
La terraza, elemento muy importante en la línea estructural de los diseños de Shimada sobresale en el segundo piso, convirtiéndose, a la vez, en un techo que provee sombra al cubo de cristal del primer piso.
HOUSE IN HIEIDAIRA
Una pareja compuesta por un artista visual y una diseñadora, encomendaron a Yo Shimada la creación de su casa. Los requerimientos: un espacio habitable, un taller en donde poder hacer sus creaciones y un lugar en el que los padres del artista pudieran mudarse a vivir junto a ellos con el tiempo.
Dentro de los preceptos arquitectónicos de este creador de mundos geométricos que es Shimada está el hecho de que sus construcciones tienen que ser una continuación del ambiente, no interrumpir, sino enaltecer el flujo normal del mismo. Bajo esta idea, la casa en Hieidaira, un distrito en Shiga, la cual no es solo una casa, sino realmente tres (espacio familiar, el taller y la casa para los padres) fueron construidas en forma de un cotage para mantener la línea viusal con otras casa de la misma zona y para, además, generar el menor impacto posible con el bosque que la circunda.
En su exterior, la casa en la que habita la familia, parece una cosntrucción simple, sin embargo, su interior es un mundo de techos inclinados que le dan distintas proporciones a las habitaciones; un espacio complejo y prolijo lleno de pasadizos secretos y cuartos escondidos que tienen como inspiración los objet d’ art del cliente.
La casa para los padres es de un corte más tradicional, el taller tiene techos altos y está completamente aislada para evitar que cualquier tipo de ruido u olor altere la tranquilidad del espacio, una tranquilidad que puede ser aprovechada en todo su esplendor en la bañera de la casa principal, ubicada junto a un ventanal gigantesco a través del cual se puede admirar la inmensidad del bosque, mientras se da un baño con agua caliente.