Entrevista por Juan Ricardo Rincón
Ali Rahim nos cuenta cómo su firma Contemporary Architecture Practice detona arquitectura desde Nueva York para el mundo.
Contemporary Architectecture Practice (CAP) liderada por Ali Rahim y su partner Hina Jamelle, lleva años demostrando una manera particular para enfrentar los problemas arquitectónicos de este tiempo. Desde instalaciones para museos hasta grandes desarrollos urbanos, CAP parece tener bien definido su propio sello. Lo cual hace que en sus propuestas se perciba no solo una preocupación por las ideas contemporáneas de arquitectura, sino también por un oficio fuertemente determinado por los avances tecnológicos. Tanto Rahim como Jamelle son profesores de la Universidad de Pensilvanía, donde llevan estudios con altas cargas conceptuales. De ahí que cada vez que CAP abre la boca, debamos tomar tiempo para digerir bien lo que nos están proponiendo.
JUAN RICARDO RINCÓN: Háblenos entonces de su concepto de elegancia.
ALI RAHIM: Es importante anotar que nos interesa la elegancia, no la belleza. La elegancia se desarrolla, mientras que la belleza puede tenerse o no. Piense en el baile, se puede nacer con condiciones físicas para éste. Sin embargo, son necesarias horas continuas de práctica para alcanzar la elegancia, sofisticación y sobretodo la noción de naturalidad que tiene el cuerpo de una bailarina profesional. Así es como nos enamoramos de nuestro trabajo. El efecto posterior es muy importante para nosotros, que se recuerde y se entienda su propia sofisticación. Que se comprenda que ha sido refinado en una medida tal que se trata de la perfección. Bueno, esa es nuestra meta. No creo que la alcancemos del todo, no obstante es una buena meta.
JUAN RICARDO RINCÓN: ¿Cuál diría usted que es la contribución de la CAP al panorama arquitectónico actual?
ALI RAHIM: Consideramos que trabajamos de manera contemporánea porque otros nos copian. Sea bien porque producimos cosas fáciles de copiar (lo cual no deja de ser un cumplido), o porque tenemos ideas frescas que participan de la cultura. De lo contrarío, ¿por qué alguien querría copiarse? Sin embargo, nuestra manera de verlo, es impulsando cada proyecto; confrontándolo con nuestra idea de elegancia, en una visión que meticulosamente detalla y agrupa las cosas. Considero que la condición contemporánea nos acepta como parte del presente. A pesar de que nuestra intención es estar adelantados a nuestros tiempos. Esa actitud en mi opinión es contemporánea por sí misma. Por otro lado hay quienes han descrito nuestro trabajo como “Niemeyer en drogras”, lo cual ¡me encanta!
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