SKETCH es una de las galerías que vale la pena visitar en San Felipe, sobretodo si se es amante de la obra gráfica. Sus más recientes exposiciones, Transmutaciones y Uno sólo, eterno, que se repite, estarán abiertas al público hasta el 2 de junio. La primera, por Andrés Layos, trabaja alrededor del concepto de la muerte y la transformación de la materia, y la segunda, por Sara Acuña, explora la naturaleza del vuelo del colibrí y su relación con el concepto de vagar.
El uso del término transmutaciones por parte de Layos, hace referencia a dos cambios que se evidencian en su obra: la transformación técnica del material y la evolución del cuerpo. Por una parte, el artista se vale del medio para trabajar sus piezas; así deconstruye las mesas de dibujo para volverlas soporte y utiliza el grafito como único material para trazar y esculpir las formas. Por otra parte, con los dibujos y la representación de los vestigios de una excavación arqueológica, éste habla de la transición entre el cuerpo y la mente, la idea y la imagen, y al mismo tiempo, del vacío existente en el proceso de habitar y deshabitar un espacio físico.
El artista logra tejer una narrativa que evidencia las tensiones existentes entre la vida y la muerte, y los conceptos cercanos a estos estados, como la presencia y la ausencia. Esta muestra acerca al espectador a la idea del fin de la vida desde dos puntos, uno delicado y otro agreste. Los dibujos y grafitos esculpidos se apoyan más en la melancolía y el dejo de nostalgia que produce el vacío de la muerte, mientras que las mesas de dibujo ocupadas con cuerpos impactan al observador en cuanto a que representan el tabú y la brutalidad de la descomposición de un cuerpo y su posterior desaparición.
Esta idea de la transición, también atraviesa la obra de Sara Acuña, Uno sólo, eterno, que se repite, compuesta por una serie de coloridos colibríes que parecen estar moviéndose de un lugar a otro. Estas aves vuelan de flor en flor con el objetivo de consumir el equivalente de su peso en néctar para así poder reponer la energía que consumen a lo largo del día. La mayoría de ellos solo encuentra alimento en flores específicas, de manera que no viajan en manada sino que vagan individualmente para poder optimizar su búsqueda. En este sentido, el colibrí se define como un ser individual que representa un cuerpo que vaga y busca la promesa de un otro lugar.
La presencia de muchos colibríes y no de uno solo, genera entonces, una serie de preguntas con respecto a la naturaleza de la obra misma. Se trata de un dibujo en conjunto o cada pieza es un dibujo por sí mismo; a dónde van; están realmente desplazándose en manada o cada uno tiene su propio rumbo. Si bien la obra de la artista genera un primer impacto debido a los deslumbrantes y nítidos detalles que construyen cada una de las imágenes, resulta más significativo el ejercicio de entender de qué manera estos cuerpos se desordenan para repartirse y así vagar sin un rumbo fijo.
Dónde: SKETCH
Calle 75A # 20C – 12
Cuándo: 21 de abril – 2 de junio
Lunes – Viernes: 10:00 – 18:00 / Sábado: 11:00 – 15:00
Links de interés: SKETCH ROOM